lunes, 17 de octubre de 2011

Sueño Inalcanzable

Estaba justo ahí, a su lado, sentado justo enfrente de ella. Llevaba horas esperándolo  hacia mucho que no le veía. Al verse tan solo se saludaron y permanecieron en silencio, ruborizados, incapaces de decir nada. Por su cabeza se pasaban millones de preguntas, por su rostro se resbalaron unas lagrimas, él, sin hacer preguntas, se levanto y la abrazo, la estrecho entre sus brazos. Limpio mis lagrimas y con rostro dulce y le susurro:
- ¿Que te pasa princesa?
No fue capaz de hablar, le había echado de menos. Él la volvió a estrechar entre sus brazos. Se inclino y le beso levemente. Después se alejo. Sabia que jamás volvería a verle.

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